
¿Cómo le explico a un colega
—que al castrismo está alabando—
la carne de contrabando,
las colas en la bodega,
los derrumbes, la fe ciega,
el vecino que te espiaba
—a ver quién te visitaba,
las novelas que leías,
la ropa que te ponías…—
y luego te delataba?
***
Esta décima es parte de la serie “Cuba y lo inexplicable”. Las espinelas en cuestión pueden ser leídas independientemente o en conjunto. Si juntas, recomiendo recitarlas —sí, en alta voz, como en los matutinos escolares— en el orden en que fueron concebidas y publicadas en este blog: I, II, III, IV, V, VI, VII.
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