
Díaz Canel y Lis Cuesta
posan cual rana y su sapo
—la bandera es sólo un trapo
con el que adornan su fiesta—,
después de dormir la siesta,
como tórtolos en flor,
en el día del amor
—¡del amor y la amistad!—
para ocultar la verdad:
Miguel es un dictador.
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