
Les dejo esta entrevista que me hizo Jorge de Armas y publica Hypermedia, en donde hablo de «Diversionismo ideológico» —esta columna semanal— y exploro mi obsesión con Cuba, las décimas y otros dolores y placeres crónicos.
Concluye con mi lectura de un texto inusual: una retahíla de 160 octosílabos que no riman. Que no siempre hay que rimar. El pie forzado me lo dio «El punto cubano», un hermoso poema de Legna Rodríguez Iglesias.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno.