
Me fui de Cuba a escondidas
de mi familia y amigos.
Solo tuve tres testigos
y no hicimos despedidas.
No hubo fiestas ni comidas
ni brindis por el regreso.
Dije que me iba a un congreso.
(Soñaba ser escritor
y le tenía pavor
a que me metieran preso).
***
[Ilustración: Omar Santana].
Pingback: Esa farsa electoral (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esa farsa electoral (VIII) | Belascoaín y Neptuno