
Dedicada a tres o cuatro que me reservo.
Amigos que me escribieron
—en esas tardes borrosas
en las que me maldijeron
y, a mi pesar, se lucieron
con úcases, con insultos
que llegaron en tumultos
y que no les devolví—,
ser libres, para ser cultos.
Pingback: Ese régimen cubano (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Mis 22 años (de exilio) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: El arte de las fugas (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ironías cubanas (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: El derecho a regresar (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Para hablar de Cuba (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente a los noventa (V) | Belascoaín y Neptuno