La frágil levedad del prisionero
traspasa las paredes de la hacienda,
inunda de promesas la trastienda,
intoxica, corrompe el semillero,
sale a las calles, burla los barrotes,
recicla el aluvión de los abrazos,
se sumerge en el mar de los sargazos
escapa del furor de los garrotes,
se dispersa entre edificios derruidos,
bebe la transparencia de los charcos,
conjura en su retiro nuevos retos,
aprende a descifrar los sinsentidos,
se adapta a no esperar los desembarcos,
rompe la métrica de los sonetos.
***
Nota bene: Este soneto es parte de un ciclo que escribí a raíz de la Primavera Negra de 2003 y que aparece en mi libro Los culpables (Linkgua, 2010). Lo publico en solidaridad con Luis Manuel Otero Alcántara, Carolina Barrero, Camila Ramírez Lobón, Katherine Bisquet, el Movimiento San Isidro, #UNPACU, el @27ncuba y toda la ciudadanía #cubana que se resiste a un poder omnímodo y totalitario. Desde el distante New Jersey, demando el cese de la represión contra artistas y activistas y que se garantice la libertad de expresión en #Cuba.
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