
En la prensa, todo fluye:
se percibe una fe ciega,
hay comida en la bodega
y hasta el hambre se escabulle
de los titulares; huye,
de grupos y cofradías
que alaban a policías
por reprimir a la gente
que pone el cuerpo y la mente
y no cree en utopías.
***
[Ilustración: Garrincha].
Pingback: Congreso del MININT en LASA | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente a (lo que queda de) La Habana | Belascoaín y Neptuno