Esos juicios amañados
—contra unos adolescentes,
tildados de «delincuentes»,
reprimidos y arrestados
por la turba de soldados
de la junta militar—
son de una crueldad impar,
son el oprobio y la afrenta
que comenzó en los cincuenta
y pronto ha de terminar.

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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno. Te invito a leer la décima de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.

Ya que estamos: Bárbara Farrat Guillén fue citada para testificar contra su hijo, Jonathan Torres Farrat, uno de los menores procesados en los juicios que se llevan a cabo por estos días. A la madre no le comunicaron su derecho a no testificar contra su hijo, según lo establecido en el Artículo 255.1 de la Ley del Proceso Penal de ese régimen que no respeta ni sus propias leyes. A madre e hijo y a quienes salieron a protestar —por sus derechos, que son los míos—, aquí les envío mi solidaridad.

Posdata: 14ymedio publicó las siete décimas de “La injusticia tiembla” en Diversionismo ideológico, mi columna semanal.