
Te explico: si te haces eco
de los cantos de sirena
con los que el castrismo llena,
con su ideario tan (c)hueco,
botellas de vino seco,
discursos de algún letrado,
cartas a jefes de Estado,
prensa plana, conferencias,
poemas, charlas, ponencias…
apoyas al patriarcado.
Pingback: Cuba y la brevedad (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esas huestes de matones (VII) | Belascoaín y Neptuno