
La periodista Sarah Moreno, corresponsal de El Nuevo Herald, tuvo la gentileza de solicitar mi opinión con respecto al acontecer de Cuba, para un artículo que acaba de publicar su diario. En vista de que me extendí demasiado para un texto coral, publico por acá mi respuesta.
Lo que está pasando en la isla es tanto que es casi imposible abarcarlo en unas pocas líneas. Vaya por delante que Cuba me sobrecoge. No hay día que no me entristezca. Esto que digo podría parecer trágico, pero más trágico es lo que ocurre ahora mismo en nuestro país. (Uso el pronombre posesivo porque, a pesar de las décadas y la distancia, ese sigue siendo mi país y el país de todos los que decidimos vivir nuestra Cuba en otra parte).
El panorama es desolador: tenemos a un pueblo hambreado y reprimido, en medio de una escandalosa crisis sanitaria, sumido en un caos económico, azotado por una pandemia que ha sido exacerbada por la pésima e irresponsable gestión gubernamental para contenerla. Y, para ponerle la tapa al pomo, Miguel Díaz Canel —tal vez para recordarnos que él es el dictador de turno— acaba de anunciar ante las cámaras que “la orden de combate está dada”, incitando públicamente a la violencia contra la población civil que ha salido a la calle a pedir libertad y el fin de la dictadura. Por cierto, lo más notable de la frase —con la que anuncia a los cuatro vientos que la represión contra la ciudadanía tiene su visto bueno— es el uso de la voz pasiva, como si quisiera distanciarse de su propia barbarie.
Tengo muy claro que, desde Nueva Jersey, a mí no me corresponde decirles a los cubanos que residen en la isla que salgan a la calle a protestar contra un régimen que ya no se preocupa en esconder su naturaleza represiva. Sí considero apropiado pedirles a los militares, a la policía y a “quienes no se meten en política” que no se presten para reprimir a la ciudadanía. También creo que es mi deber apoyar a quienes en Cuba ponen el cuerpo y al hacerlo defienden sus derechos, los míos y los de todos: los que se quedaron, los que nos fuimos y los que están por venir. Por eso, me hago eco de ese clamor que me llena de esperanza y, una vez más, reitero el anhelo que el castrismo ha criminalizado: lo que queremos es patria y vida.
Día histórico
Me gustaMe gusta
Pingback: Rebelión en la granja (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Rebelión en la granja (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Rebelión en la granja (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Rebelión en la granja (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Del insomnio cubano | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y el sistema cardiovascular (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y el pathos (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: En incumplimiento del decreto 35 (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: En incumplimiento del decreto 35 (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: En incumplimiento del decreto 35 (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: En incumplimiento del decreto 35 (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: En incumplimiento del decreto 35 (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: En incumplimiento del decreto 35 (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de Narciso con nasobuco (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de Narciso con nasobuco (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de Narciso con nasobuco (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de Narciso con nasobuco (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de Narciso con nasobuco (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Para recitar en los matutinos escolares en Cuba (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Para recitar en los matutinos escolares en Cuba (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Los de arriba | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba, los derechos humanos y el Parlamento Europeo | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Díaz Canel responde a Lacalle Pou en cumbre de la CELAC | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Retrato hablado de Miguel Díaz Canel | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Versos sencillos (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Versos sencillos (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Versos sencillos (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba explicada a la progresía (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba explicada a la progresía (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba explicada a la progresía (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba explicada a la progresía (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba explicada a la progresía (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y el ser apolítico | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y la brevedad (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y la brevedad (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y la brevedad (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y la brevedad (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda a la Bienal de La Habana | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Barriga llena… | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Barriga llena (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Una cubana en La Timba | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y el “Día de la defensa” (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba y “El día de la defensa” (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Detrás de la fachada (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Detrás de la fachada (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Detrás de la fachada (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Detrás de la fachada (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Detrás de la fachada (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Detrás de la fachada (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba a ritmo de filin (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Cuba a ritmo de filin (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Si Fidel fuera (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Versos sencillos (IX) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ironías cubanas (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Versos sencillos (XII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: El sentir cubano (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: El sentir cubano (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ese Estado cubano (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ese Estado cubano (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ese Estado cubano (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ese Estado cubano (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Fe de erratas (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Fe de erratas (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente a la sociedad civil cubana | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Para hablar de Cuba (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Para hablar de Cuba (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Para hablar de Cuba (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Para hablar de Cuba (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de dictador con papada (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de dictador con papada (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de dictador con papada (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de dictador con papada (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de dictador con papada (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Óleo de dictador con papada (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: La escasez en Cuba (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: La escasez en Cuba (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Romance de Lis Cuesta y Díaz Canel (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Romance de Lis Cuesta y Díaz Canel (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Romance de Lis Cuesta y Díaz Canel (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: #SOSCuba | Belascoaín y Neptuno
Pingback: La escasez en Cuba (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Aquella «empresa estatal socialista competente» (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Empresa estatal socialista competente (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Congreso del MININT en LASA | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Corazón estropajo (con perdón de Habana Abierta) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Pueblo, país y nación (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Pueblo, país y nación (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Pueblo, país y nación (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente al mango podrido (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Belascoaín y Neptuno
Pingback: Guía turística de Cuba (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: El 11J y la Cuba del futuro | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Guía turística de Cuba (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esta Cuba hospitalaria (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esta Cuba hospitalaria (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esta Cuba hospitalaria (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: La infamia que se ha vivido (I) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: El deporte nacional (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Retrato triunfalista de una isla (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Retrato triunfalista de una isla (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Retrato triunfalista de una isla (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Retrato triunfalista de una isla (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Retrato triunfalista de una isla (VI) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Retrato triunfalista de una isla (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: De GAESA y otros demonios (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esas huestes de matones (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esas huestes de matones (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esas huestes de matones (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente a los noventa (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Hoy que esta Revolución | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente a la patria (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Inglés para dictadores (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Inglés para dictadores (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Una décima tardía al castrismo tardío | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ajuste de cuentas (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Busca patrocinio urgente (VII) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esas cosas que pasan (III) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Ese Estado de terror (II) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente a Puesto-a-dedo (IV) | Belascoaín y Neptuno