
A Wendy Guerra, que me dio el pie forzado
Venga y pase quince días
viviendo como un cubano
acusado de gusano
con las despensas vacías,
con el hambre en la mirada,
con la familia exiliada,
sin agua, sin luz, sin fe…
y aplauda a su camarada.
A Wendy Guerra, que me dio el pie forzado
Venga y pase quince días
viviendo como un cubano
acusado de gusano
con las despensas vacías,
con el hambre en la mirada,
con la familia exiliada,
sin agua, sin luz, sin fe…
y aplauda a su camarada.
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