
Ay, Cuba, aquí en la distancia
que sigue sin ser olvido
nos sobrecoge ese ruido
que un tirano en su arrogancia,
te ha dictado cual castigo
al declararse enemigo
del pueblo que no se calla
y dar la orden de batalla
que te secó como un higo.
Ay, Cuba, aquí en la distancia
que sigue sin ser olvido
nos sobrecoge ese ruido
que un tirano en su arrogancia,
te ha dictado cual castigo
al declararse enemigo
del pueblo que no se calla
y dar la orden de batalla
que te secó como un higo.
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