Ojo, que eso de “magistral gambito literario” no lo digo yo. Lo dice Teresa Dovalpage en su reseña de la novela para la más reciente edición de Sub-urbano:
Cito:
La trama de La apertura cubana, que mezcla ajedrez en el tablero y verbal, se basa en una confusión de identidades. La pasajera del avión secuestrado, hija de padre cubano y madre judía, que sufre los interrogatorios de un burdo teniente de la Seguridad, ¿tiene o no algo que ver con la adolescente cubana autora de un querido (y esporádico) diario en el que echa pestes de todo lo humano y lo divino, comenzando por su madre y su hermana?
[Para continuar leyendo la reseña, que va seguida de una entrevista a este escriba, pasen por aquí].