El activista cubano Antonio Rodiles —artífice del proyecto Estado de SATS, un magnífico espacio de debate en el cual confluyen arte y pensamiento, radicado, pese a la represión rampante, en la capital cubana— lleva varios días encerrado en una mazmorra habanera por pensar por cabeza propia e invitar a sus compatriotas a hacer lo mismo. Sin embargo, según la fiscalía, después de que los gendarmes del régimen lo molieran a golpes, lo tiraron tras las rejas por “resistirse al arresto”. Pero ese es un cargo ficticio que muestra a la serpiente mordiéndose la cola. No hay que ser experto en leyes para comprender que resistirse al arresto es una condición posterior al hecho de que ya lo iban a arrestar.
Hoy, que es Día de Acción de Gracias, doy gracias por esta libertad que tengo para clamar por la libertad de Antonio Rodiles.
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[Cartel: El Guamá].