Estampas habaneras (VII)

19 de Mayo y Ayesterán
Teresa Dovalpage

Esta noche me doy cuenta de que me he pasado doce horas, entre pitos y flautas, hablando sólo inglés. Mi único contacto con el español ha sido por el Internet, los correos escritos y recibidos, ventanita internáutico-lingüística a mi lengua materna.

Y se me ocurre la idea de mandar un agradecimiento a mis antiguos maestros de la Facultad de Lenguas Extranjeras, donde hice la licenciatura. Pensamiento éste que me lleva de la mano al edifico situado en 19 de Mayo y Ayesterán. Como en la iglesia, los que allí estudiábamos inglés nos sentíamos un poco cómplices. No digo que no hubiera miembros de la juventud comunista ni militantes del partido, que sí que los había, sin dudas…Pero en el aire se respiraba un no sé qué de rebelde, de sedicioso casi, que causaba el reunirse a estudiar, a mediados de los ochenta, el idioma del enemigo…

A la entrada del edificio, una guardiana encuadernada en gris requería, invariablemente, la tarjeta de identificación. Si llegaba una tarde a clase (lo cual era mi caso, casi siempre) tenía que rebuscar entre libros y cuadernos hasta que aparecía el desangelado carnecito. A la derecha, una cafetería huérfana de todo lo que no fuese pan con croquetas y refresquitos tibios. Al fondo del pasillo, la biblioteca viuda de periódicos en los idiomas que se enseñaban en la facultad…

En el primer piso nos enracimábamos los estudiantes de primer año, no sé si por casualidad o ingeniado diseño. Y aquí me acuerdo de la Cuqui Cueto, de excelente pronunciación y melenita oscura a la Edith Piaf que supe luego recaló en Miami. La Cuqui usaba un proyector de vistas fijas con la familia Turner para enseñarnos los misterios fonéticos de la “s” al inicio de una palabra: “And this is Spot, the dog”.

En el segundo piso estaba el lounge de los maestros, donde una vez oí decir a uno que prefiero no mencionar: “Ojalá que se caiga este edifico y nos reviente a todos de una vez”, maldición gitana que se me clavó en la memoria por años y hasta ha asomado la nariz en alguna de mis novelas.

Más tarde tuve otros maestros: Ismael (he olvidado el apellido, que también se exilió), Sonia Dunn, María Cristina, Nancy Palacios… A todos ellos, que me enseñaron a masticar la lengua de Walt Whitman, a no usar double negatives, a escribir, a pensar and ultimately, a vivir en inglés, a big, thankful hug desde Taos, dondequiera que estén.

Acerca de Alexis Romay

Pienso, luego escribo, luego traduzco, luego existo.
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12 respuestas a Estampas habaneras (VII)

  1. Anonymous dijo:

    ¿Y un profesor de latín llamado Daniel?

    ¿Y un estudiante llamado Eduardo ¿Ballart?, que ponchaba los años por culpa del marxismo y la educación física, pero era el traductor de los gringos cuando estos iban a La Habana?

    CRA

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  2. Yoana dijo:

    Y te faltaron las ilustres Macondas, y la inigualable «John Lennon».

    Muy cierto lo del ambiente conspirativo, en una época en la que el inglés era el «idioma del enemigo» y podías ser acusado de «diversionista» por escuchar cualquier canción en inglés. Menos mal que – pese a todo – nos libramos del doblaje de las películas, que aquí en España es horrible.

    Saludo igual que Tessy a todos esos profes que nos regalaron el dominio de la lengua de Shakespeare, en versión americana, por cierto.

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  3. Anonymous dijo:

    Los viernes de Teresita son un vacilón, que manera de gustarme sus estampas, las disfruto.

    Saludos
    F.C.

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  4. el blog de lachylove dijo:

    belascoain y neptuno , dos calles muy populares en la habana , para mi tiene gratos recuerdos esas dos calles o avenidas como se les quera llamar por ahi trabaje en una imprenta en los años 80 ,en el parque trillos tenias citas amorosas que despues culminaban en el colmao antiguo centro nocturno que no se si existe todavia.

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  5. Ernesto G. dijo:

    Bueno, que alegria saber que Teresa estudio donde mismo estudie yo. 19 de Mayo y Ayestaran, la facultad de lenguas extranjeras. Esos fueron mis profesores tambien.
    Que sorpresa mas agradable. Ismael Orta, creo que era su nombre (I Googled his name, go here
    http://www.facebook.com/people/Ismael-Orta/641664114) Todos eran maestros muy buenos y la mayoria de ellos estan aqui.

    Saludos a Teresa.

    Gracias, Bustro, por publicar sus estampas en tu blog.

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  6. Max dijo:

    Muy original la exhortación poética de Boustro a los comentaristas para que «digan algo».

    Aunque no estudié en la Facultad de Idiomas esa esquina de Ayestarán y 19 de mayo –y la de Manglar– , me traen recuerdos, y Tere D. es muy especial para removerlos bajo la carga de años que los sepultan.

    Este blog se ha covertido en esquinero estelar. Su mismo nombre, de una esquina famosa, aunque no tanto como su hermana mayor Galiano y Neptuno (En B y N solo El Siglo XX era trascendente). Boustro nos regaló hace poco 25 y G.

    Cuando Tere D nos menciona a Taos me recuerda a Scarlett O’Hara (Gone with the Wind), tanto que amaba a Tara, su hacienda en Georgia.

    Saludos

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  7. Adalucia Quan dijo:

    Hola Teresita:
    Felicidades por tu nuevo libro y sigue escribiendo las estampas.
    ADALUCIA

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  8. Adalucia Quan dijo:

    Teresita
    tu nuevo libro esta candela
    Adalucia

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  9. Teresa Dovalpage dijo:

    ¡Hola! Gracias a todos por los lindos comentarios.
    CRA, a mi curso le dio latín María Castro y otra profe a la que llamaban La Lechucita, creo que el nombre real era Marcia. Tampoco me acuerdo de Eduardo, yo me gradué en el 90. ¿Estudiate allí también? ¿Cuándo?
    Yoana ¡tienes razón, las Mocondas… o Macolas! Se me habían olvidado. Y la J.L. que daba literatura inglesa y era súper buena profesora.
    ¡Gracias, FC por animarme con el writing!
    ¡Ernesto, sí, Ismael Orta era el profe de fonética! Que los orishas te conserven la buena memoria. Ahora mismo voy a buscarlo en Facebook. ¿Así que tú también estudiaste allá? ¿En qué año te graduaste? Ahora paso a ver tu perfil..
    Max, creo que te estás haciendo más viejo de lo que eres al hablar de «la carga de años» pues tú suenas muy juvenil. Y ya sabes que esperamos por tus crónicas, eh.
    Gracias, Adalucía, por leerte tan rápido mis cuento de Candela.
    ¡Abrazos y agradecimientos a todos!

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  10. Ernesto G. dijo:

    Teresa, yo me gradué en el 89. Tenemos que habernos conocido. Saludos.

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  11. Anonymous dijo:

    tere, me alegro de haberte descubierto» aqui, este blog tiene tremendo swing
    Hidelsia

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  12. Mevelyn Romay Fernandez dijo:

    Hola Teresa,
    Muchas gracias por recordar la FLEX. A pesar del deprimente edificio, tengo muy buenos recuerdos de mis profesores y les agradezco mucho por todo su trabajo con escasos recursos y por enseñarme a amar el idioma inglés. Yo estudié del 91 al 96.
    Saludos desde la tierra de Faulkner,
    Mevelyn
    PD: By the way, disfruto mucho de sus cuentos. Son muy refrescantes!

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