
A Carla Gloria Colomé, por este texto
Volver sin que se marchite
la vista, el alma, la frente.
Volver, así, de repente.
Regresar al escondite
de antaño; no por desquite,
sino, más bien, por provecho.
Volver a ocupar el lecho
de la infancia y la memoria
sin que te griten «escoria».
Volver porque es un derecho.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en este blog. Aquí puedes leer la entrada de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.