Pensar que ese soneto que escondía
el miedo al verso libre y desgranado
—y que hiciera justicia a aquel pasado—
perdure en la memoria todavía.
Pensar —pero, pensar, esa porfía—
que el metro y la estructura han regresado
con la cadencia marcial que el buen soldado
ha de mostrar cuando culmina el día.
Pensar que el contenido ya es la forma.
Pensar que una mordaza es incentivo,
que la métrica rige lo posible…
Pensar que si respetas cierta norma
encontrarás la Clave y el Motivo
que te darán acceso a lo inasible.