Pocas cosas me recuerdan tanto mi mortalidad como el dentista, los aviones o estar sentado frente a la pantalla grande pendiente del minutero. De tal suerte, un día después de ver El Medico: The Cubaton Story todavía me cuesta creer que sólo dure 85 minutos. Para mí, las primeras cinco horas fueron insoportables.
[Continúe la lectura en Penúltimos Días].
Contundente análisis que haces en este escrito, el cual debería dejar perplejo a quien no esté familiarizado con la realidad en la Isla. Me pregunto, ¿qué méritos le encontraron a este bodrio para hacerlo merecedor de participar en un festival de cine? Quizás porque tiene la combinación ganadora de Cuba, música y los «logros» en la instrucción pública y la atención médica. Mientras países como Colombia y Perú se sacuden la imagen de violencia e inseguridad pública, atrayendo un turismo afianzado en sus recursos y atractivos naturales y culturales, Cuba se proyecta al mundo con bazofias de este tipo. Por último, es desconcertante escuchar a gente, cubanos y no cubanos por igual, que remotamente conocieron a la Cuba a.F. repetir con autoridad el mantra del hambre y la prostitución de ayer, incapaces de ver lo que es obvio hoy. Muchas gracias y saludos.
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