
Es un singao, repito,
—ese, el gordo de la panza
de cerveza y de mojito,
el asesino, el maldito
que continúa la afrenta
de la dinastía cruenta
que ya nos quitó hasta el miedo
y no salva a Puesto-a-dedo
del ojo de la tormenta—.
***
Cartel: Ricky Castillo
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