Los cubanos se escondían las frutas en los bolsillos, dentro de los calzoncillos colaban cuantas podían, las galletas las metían en bolsas de cuero y mimbre, nos maravilló la urdimbre de estos ciclistas morenos con bicicletas sin frenos sin timón, llantas ni timbre.
El #212 de la calle Belascoaín, esquina a Neptuno, fue mi última residencia en Cuba, de donde me fugué en 1999. En vista de que perdí ese espacio en el mundo real, me lo he apropiado en el éter nuestro que está en todas partes.
RT @HildaLandrove: Un régimen que condena a una persona a 7 años de privación de libertad -bajo cargos de "propaganda enemiga y resistencia… 1 hour ago
RT @MaaloufMD: Don’t be upset about protests turning into looting if you’re not more upset about ‘routine’ traffic violations turning into… 10 hours ago
Los pobres, deben tener hambre vieja…
Tus décimas siempre tan a punto.
Saludos
F.C.
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