Paseíllo diurno por Toronto

No hago más que llegar a una ciudad y ya quiero adentrarme en sus librerías independientes. (Admito que me hacen sentir un poco voyeur: los hábitos de lectura de sus vecinos tienden a reflejarse en los anaqueles). A unos pasos del China Town y la Universidad de Toronto, encontramos una en la que se precian de “reciclar” libros. Me gusta su atmósfera, su olor a páginas leídas una y otra vez, la perra que tira un pestañazo en el mostrador y no se inmuta con el trasiego de gente y volúmenes… Fiel a mis vicios, compro un libro de ajedrez (envuelto en nylon, editado en los noventa). Horas después, en el hotel, notaré que ―como debí sospechar―, el texto está escrito en “notación descriptiva”. Entonces resolveré un par de problemas y lo olvidaré a un lado de la cama. Pero por el momento no hay queja. El clima es ideal. La compañía, perfecta.

Avatar de Desconocido

About Alexis Romay

Pienso, luego escribo, luego traduzco, luego existo.
Esta entrada fue publicada en Ajedrez, Viajes. Guarda el enlace permanente.

4 Responses to Paseíllo diurno por Toronto

  1. Avatar de Desconocido Anonymous dice:

    Las Librerías son el alma de una ciudad, los libreros son médicos del alma. Besos. Grosse Tête.

    Me gusta

  2. Avatar de Desconocido Isis dice:

    Como dice Grosse Tête, y gracias, Bustro, por llevarnos contigo.

    Me gusta

  3. Avatar de Desconocido Eufrates del Valle dice:

    mmm, siento el olor a polillas….

    Me gusta

  4. Avatar de Desconocido bustrófedon dice:

    Gracias estimadas Grosse Tête e Isis y muy dilecto Eufrates. Besos y abrazos, según correspondan.

    Me gusta

Comenta, que es gratis