
Vino a New York el tirano
de la junta militar
con esa panza ejemplar
de comer cuál soberano
mientras el pueblo cubano
en la hambruna languidece.
Esa nación no merece
tanta represión gratuita.
El alma trémula grita
donde el abuso florece.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno.




