Hay un revuelo en La Habana,
un runrún —un ajetreo
de colmena en apogeo—
en la vida ciudadana.
Una practica malsana
ha puesto malo el ambiente.
¿Que se acabó el detergente?
No, queridos amiguitos:
se han sumado los “gallitos”
a reprimir a la gente.
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(Foto: Desmond Boylan/Reuters).