La foto ha sido publicada en El País. Y supongo que todos los que la ven se quedan azorados con el elefante que, con pincel de brocha fina, se retrata a sí mismo o a alguno de sus congéneres. A mí también me saltan a la vista las dotes artísticas del paquidermo. Qué pulso, qué trazo, qué definición en la línea que apenas se interrumpe. Pero, ay, el punto de fuga en el que se pierde mi mirada es la cadena que le rodea el pescuezo al animal. Al margen de la evidencia, el elefante se percibe libre: la cadena no aparece reflejada en el retrato.
Esta no es una foto de Cuba, no. Pero me la recuerda inmensamente.
El pueblo cubano —ese pueblo “culto y libre de analfabetismo” del que tanto se jacta el régimen de la isla; ese pueblo al que enseñaron a leer para luego prohibirle los libros; ese pueblo que se debate entre el acto de repudio a los activistas de derechos humanos y la larga cola ante la embajada de cualquier país; ese pueblo que, muy a pesar de lo que reza su himno, vive “en afrenta y oprobio sumido”— es, entre otras tantas cosas, un animal encadenado que, en sus ratos de ocio, se hace el autorretrato.
¡Excelente, Alexis!
Me gustaMe gusta
Que triste; Muy simbolico de la realidad Cubana.
Y triste tambien son aquellos que se retratan con una cadena al rededor del cuello cuando no la tienen.
Me gustaMe gusta
Ale, hay un documental que retoma esa misma idea. Se llama «Cuba y los elefantes» y está producido por el Instituto para la Libertad (Lima, Perú). Triste realidad. Aquí te dejo el enlace, por si te interesa verlo: http://vimeo.com/3109337
Abrazote.
Me gustaMe gusta
Muy buena y penosa descripcion. Tal cual su realidad
Me gustaMe gusta