¿Qué tienen en común las expresiones “artillería del pensamiento”, “batalla comunicacional”, “parque de armas”? La respuesta es sencilla: ese belicismo innecesario del que ya jamás podrá desprenderse el golpista venezolano.
El susodicho ha desgranado esta terminología para describir su nuevo programa radial, que lleva por nombre “De repente con Chávez”. Para alguien que intentó hacerse del poder mediante las armas —es decir, de repente—, este nuevo programa y, en específico, su modus operandi es un paso lógico, que así es como le gustan las cosas al Mico Mandante: de sopetón.
En el debut del programa, «el vicepresidente ejecutivo, Elías Jaua, lo ha llamado “guerrilla comunicacional”: porque aparece “donde quiera” y ataca “en cualquier momento”. “Me gusta esa idea”, le ha respondido Chávez».
Por lo visto, esa omnipresencia con la que sueñan los megalómanos ha contagiado también a sus súbditos, que lo ven aparecer hasta en la sopa. Y listo para atacar. Pobre Venezuela.