Quizá porque la brevedad no abunda en el contexto cubano. Quizá para explorar esos pasajes a lo desconocido que mencionaba en una mini reflexión el orate. O quién sabe por qué. El caso es que me ha dado por escribir haikus: algunos más humorísticos; otros más solemnes; todos despilfarrando diversionismo ideológico hasta por los poros. Mis estimados Santana y Garrincha los ilustrarán. Así que vamos en coche.
Por lo cual, con bombo, platillo y serpentina, declaro iniciado el proyecto #haicubano.
Pasen, comenten,
ciber-exploradores.
Están en casa.