Mi propuesta de hacer un cadáver exquisito —¡y dale con el huevo!— no cayó en saco roto. En La Finca de Sosa, Jorge Salcedo me siguió la rima. Puestos a ser justos, fui yo quien le siguió la rima (que el primer verso es suyo). Entre ayer y hoy, hemos dejado comentarios alternos, escribiendo un verso él, otro yo… En pocas ocasiones me he divertido tanto desde que me lancé al rollo de la blogosfera. A Salcedo, un abrazo y las gracias.
Con ustedes, el cadáver exquisito:
Vivir es perder tiempo y la gallina
que ha puesto el ya tan codiciado huevo
mira hacia atrás, la sombra del mancebo
que con tanto cariño la insemina.
Se dilata su esqueleto y se imagina
la pasión que consume al fiel efebo;
ni el récord ni el amor tendrán relevo,
ni el huevo irá a parar a la cocina.
Seda, saliva, semen, sacrificio,
sangre, silencio, súplicas serenas,
savia de pueblo corre en su orificio,
caldo de pollo corre por sus venas.
Él saca, ella jadea, se incorpora
y puja el huevo que anuncia la aurora.





¡Fantástico, comiquísimo, delicioso, ovíparo!
Me gustaMe gusta
mas exquisito sera uste…huevo fresco!!
Me gustaMe gusta
Pues quedó muy bien el soneto, fue muy divertido eso de mandar estrofas,anímaste mucho el día.
Saludos
F.C.
Me gustaMe gusta
Gracias a ti, Bustro. La inspiración para caerle a estos temas viene de tu serie de Apologías e insultos. No será el último. Yo también me divertí un montón.
Ah, y «Huevo culeco» es el título perfecto. No «clueco», «culeco», sin comillas, 100% cubano aunque sea 150% analfabeto para los mozalbetes de la RAE.
Me gustaMe gusta
Oye, se te està olvidando el español: Las culecas son las gallinas, que los huevos se ponen HUEROS…
Me gustaMe gusta