
La fruta se está pudriendo.
Su fetidez es ya mucha.
Pero es que ya nadie escucha
al jardinero diciendo:
“Creo que está sucumbiendo
del cultivo la política”.
Ven su actitud hipercrítica.
Nadie siquiera está viendo
el por qué es que está saliendo
nuestra fruta tan raquítica.
Un cerdo cayó del cielo
(dicen que de un edificio)
para ejercer el oficio
del que fabrica el pañuelo.
Después de brindar consuelo
a un pueblo que arrebatado
de dolor y llanto humanos,
lo veneró como a un Dios,
les fabricó un plan feroz.
Y luego todo fue en vano.