
Ese Estado estafador
—que nos robó la nación,
al grito de «¡Paredón!»,
que implementó su terror
con el odio, con su hedor,
con su violencia inaudita—
día a día se marchita.
Lo del castrismo da pena:
acosa, mata, condena…
¡y esconde la vaca frita!
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno.
Posdata: 14ymedio publicó las siete décimas de “Ese Estado de terror” en Diversionismo ideológico, mi columna semanal.