
Ojos claros y un salario
de teniente coronel
tuvo mi padrastro cruel,
que era revolucionario
—o eso repetía a diario—
e hijo de la aristocracia,
de Camagüey: qué desgracia
haber crecido a su vera…
mas vino la primavera,
y vendrá la democracia.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno.
Posdata: 14ymedio publicó las siete décimas de “Ajuste de cuentas” en Diversionismo ideológico, mi columna semanal.