
Tuve un padre tan pendejo:
un mulato que pasaba
por blanco mientras pensaba,
al mirarse en el espejo,
que era un poeta complejo.
Hoy sólo habita en mi olvido.
Fue jerarca del Partido.
Fue más: ¡fue hasta embajador
de ese estado de terror!
Yo me quité su apellido.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno.
Posdata: 14ymedio publicó las siete décimas de “Ajuste de cuentas” en Diversionismo ideológico, mi columna semanal.