
¡Felicidades, Enrique!
Escritor, maestro, hermano,
epítome del cubano
—¡como el autor del “Meñique”!—,
bailador de mozambique,
amigo a tiempo constante,
tipo serio, comediante,
artífice de este encuentro,
punto de enlace, epicentro
de simpatía abundante.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno. Te invito a la décima de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.