


Yo ni sabía de la existencia del New York Cubans hasta que hace unos años, mi querido Paquito D’Rivera vino a una cena en casa con una chaqueta rojinegra del equipo. Me quedé maravillado —con la chaqueta, con las Ligas Negras de béisbol, con esta escuadra cubana y local— y desde entonces me picó un interés que por estos días se acerca más a una obsesión. Así que cuando encontré esta sudadera, supe que era para él. Y la gorra completa el conjunto. ¡Disfrútalas, Maestro!
Y aquí va la décima de rigor:
Paquito se ve bonito
con su sudadera azul.
Se la pondrá en Estambul,
en Roma, en San Juan, en Quito…
mientras toca en su exquisito
clarinete una pavana,
con su gracia campechana,
con su inmenso virtuosismo…
Cuando se caiga el castrismo,
quiero que toque en La Habana.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno. Te invito a leer la décima de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.