
Ay, Silvio, cuando te veo
defender lo indefendible
con tu lógica risible
en medio del tiroteo,
mientras culpas al bloqueo
y elogias al Comandante
y a su heredero farsante,
recuerdo que has celebrado
por siempre el terror de Estado
del régimen imperante.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno. Te invito a leer la entrada de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.
Posdata: Hoy, 14ymedio publica las cuatro décimas y una coda de “Ay, Silvio, ¿no te da pena?” en Diversionismo ideológico, mi columna semanal.