
Sueño con una croqueta
y una salchicha específica
—una salchicha pacífica
que no explote en la cuneta—.
Cuando al pueblo se respeta,
no estalla la emigración.
Día a día, la nación
repite una despedida
y, al grito de patria y vida,
se escapa la población.
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Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en Belascoaín y Neptuno. Te invito a leer la entrada de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.
Posdata: 14ymedio publicó las siete décimas de «Cuba, las salchichas y las croquetas» en Diversionismo ideológico, mi columna semanal.