
Esas dos botellas de agua
que le mandó su colega,
el nicaragüense Ortega
—el tirano que en Managua
despedaza a Nicaragua—,
son para la hidratación,
porque esa revolución,
tan sanguinaria, tan cruenta,
dejó a la fiera sedienta
después de la represión.
***
Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en este blog. Aquí y aquí puedes leer las entradas de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.
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