
¿Te acuerdas del duro frío,
de aquellos rompe-quijadas,
de las tiendas saturadas
de telarañas y hastío,
del chisme del caserío,
del dictado del Partido
—que arruinó al caimán dormido—,
de tanta promesa falsa,
de soñar con una balsa,
de tus primos —que se han ido—?
***
Nota bene: Desde el 30 de noviembre de 2020, he publicado a diario en este blog. Aquí y aquí puedes leer las entradas de este día hace exactamente un año. Si sientes que me repito, recuerda que más se repite la realidad cubana.
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