
No hay un momento en el día
en que deje de acosar
el régimen militar
que azuza a la policía
contra la ciudadanía.
No hay un momento en la tarde
que no dedique al alarde
de su titánica panza
—que será objeto de chanza—
ese dictador cobarde.
***
[Ilustración: Omar Santana].
Pingback: La injusticia tiembla (V) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Esa farsa electoral (IX) | Belascoaín y Neptuno