
Detrás de ese muro incierto
y de su ideología
se escuda la policía
que aún idolatra a un muerto
y aquel ideal desierto
lleno de odio y de violencia
que le impuso la indigencia
a un pueblo y lo condenó
al terror y así rompió
nuestro espejo de paciencia.
***
[Ilustración: Omar Santana].
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