Óleo de Narciso con pedrusco (VI)

Con la mano temblorosa
en la placa con el nombre
de aquel espanto, aquel hombre
que implementó la tediosa
manía tan horrorosa
de dictar terror mediante,
va a posar este tunante.
Yo quisiera poder ir
a ese sitio a maldecir
la tumba del comandante.

Acerca de Alexis Romay

Pienso, luego escribo, luego traduzco, luego existo.
Esta entrada fue publicada en Ciclo de décimas, Cuba, El Innombrable, Heredero en Jefe©, La muerte de Narciso, Represión, Una décima (a)parte y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

Comenta, que es gratis

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s