Oh, Pablosky, tomeguín
como cantaste en Infanta
y allá en Belascoaín
y Neptuno, con un swing
con aquel tres en la mano,
con una gracia entrañable,
con una voz memorable:
pasa por mi blog, mi hermano.
***
Y Pablosky me respondió:
Alexis, hermano mío:
Tu verso tan oportuno
me teleportó a Neptuno
tras un concierto tardío.
Aquellos días con brío
de juventud caminamos
y luego nos encontramos
en New York, por eso sé
¡que tu blog visitaré!
¡Seguro! En eso quedamos.
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