En medio de los arrestos
arbitrarios, prolongados,
los activistas sitiados
y que aún así siguen puestos
y redactan manifiestos
soñando un país normal
—no el feudo de un General
y un ancho mar de desgracias—,
Padura le da las gracias
a quien le pone el bozal.
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El #212 de la calle Belascoaín, esquina a Neptuno, fue mi última residencia en Cuba, de donde me fugué en 1999. En vista de que perdí ese espacio en el mundo real, me lo he apropiado en el éter nuestro que está en todas partes.
Aquí se comenta lo leve en tono grave, lo grave, en tono leve y se (di)versifica (y hasta se musicaliza) el monotema. Tópicos típicos: Cuba, literatura y otras dolencias crónicas. En resumen: desvaríos y divertimentos de Alexis Romay.
(Advertencia: English spoken here).
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