
serie: Ignominia; grafito sobre papel; 22 x 30 cm
Hay un sálvese quién pueda
en la Cuba de mi infancia
producto de la arrogancia,
que implementó éste que hereda
—como si fuese una finca
donde quién no salta, brinca—
una nación en desgracia
que ha sufrido una autocracia
Pingback: Cuba y mis recuerdos policiales (IV) | Belascoaín y Neptuno
Pingback: A propósito de la muerte de Luis Alberto Rodríguez López-Calleja (II) | Belascoaín y Neptuno