Al buen Humberto

Dicen, Humberto, que de mí murmuras, 

pues pienso en mi país en la distancia 

y veo con horror que en tu arrogancia 

al arte de la represión te apuras.

En Cuba, en el exilio, en todas partes 

que se menciona la isla repetida

el pueblo pide —y cantapatria y vida,

desde las calles y desde las artes.

Tú, sin embargo, desde el noticiero 

anuncias esos juicios en ausencia 

y así complaces a tus superiores.

¡Diles, bribón!, que aquel estercolero 

en el que te ganas la subsistencia 

pronto conocerá días mejores.

Acerca de Alexis Romay

Pienso, luego escribo, luego traduzco, luego existo.
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