
Acusan de desacato,
por ponerse a comentar
de la hambruna, del azar,
al Gato de Cuba. ¡Al Gato!
Lo arrestó la policía
por las cosas que decía,
por hablar —que es su derecho—
y la represión da al pecho
en la isla de la utopía.
Acusan de desacato,
por ponerse a comentar
de la hambruna, del azar,
al Gato de Cuba. ¡Al Gato!
Lo arrestó la policía
por las cosas que decía,
por hablar —que es su derecho—
y la represión da al pecho
en la isla de la utopía.
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