Nos nombraron amables impostores,
comensales de lengua viperina,
victimarios con horas de oficina,
aliados de ficticios invasores.
Dictaron el silencio inamovible
y el verso de silencio riguroso.
Nos brindaron la paz de cada acoso,
el recelo y su efecto combustible.
Los himnos fueron golpes clandestinos,
cantares de una tierra enamorada
de juglares que alivian mientras matan.
Tras la farsa del viento y los molinos,
la infamia nos aguarda agazapada.
Los juegos de palabras nos delatan.
***
Nota bene: Este soneto es parte de un ciclo que escribí a raíz de la Primavera Negra de 2003 y que aparece en mi libro Los culpables (Linkgua, 2010). Lo publico en solidaridad con el @Mov_sanisidro, UNPACU, el 27N y toda la ciudadanía cubana que se resiste a un poder omnímodo y totalitario. Desde el distante New Jersey, demando el cese de la represión contra artistas y activistas y que se garantice la libertad de expresión en Cuba. #SusurrosPoéticos #EstamosConectados
Muy bueno, y me encanta el juego de palabras con el título de la novela de Benedetti. Que me gustó mucho excepto por la parte en que describe los actos de repudio cuando el Mariel. ¿Cómo es posible que alguien con tanta sensibilidad para describir los problemas de su propio país no vea el horror en uno ajeno?
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