
En ese inmueble derruido
con balcones en desgracia
—que recuerdan la eficacia
del desgano y el olvido
a que nos ha sometido
este régimen violento
y censura “Patria y vida”—
estaba mi apartamento.
En ese inmueble derruido
con balcones en desgracia
—que recuerdan la eficacia
del desgano y el olvido
a que nos ha sometido
este régimen violento
y censura “Patria y vida”—
estaba mi apartamento.
¡Esa esquinita!
Me gustaMe gusta
Pingback: El palacio de la memoria (I) – Petru835@Wordpress.com
Pingback: Temas abordados en mi visita a la clase de Gustavo Pérez Firmat | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Lo imperecedero | Belascoaín y Neptuno
Pingback: Oda urgente a la sociedad civil cubana | Belascoaín y Neptuno