
Si quieres leer a diario
—yo, que me comí ese cable
y que sufrí ese calvario
que acaso ni el diccionario
definirá a ciencia cierta—,
aquí te paso esta oferta
que es puro diversionismo:
ven a mi blog, que yo mismo,
con gusto, te abro la puerta.
***
[Ilustración: Garrincha].
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