Un dictador aburrido
prometió un maná de leche en polvo.
Prometió un vaso de leche pura,
mas su dictadura
se burla de mí.
¿Aún no se cansó de engañar?
Se ha perdido un balsero en su mar.
El apagón nos vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Alumbrarse a la luz de la luna,
maldita fortuna
que me tocó a mí.
Veo más: la linterna falló.
Veo más: La Habana se apagó.
La dictadura: un conjunto
de chivatos, tontos y farsantes.
Los gobiernos cobardes no llegan a amores,
ni a historia,
se quedan allí.
Ni el CDR los puede salvar,
ni el mejor trovador endulzar.
Un dictador innombrable
chilla como una gaviota,
y aquí mismo me puse las botas,
noto que está en nota,
salto al Malecón.
Que me lleve a Miami el motor,
que le puedo cantar su canción.
Un dictador con sombrero,
con su pinta de viejo chacal,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno,
lo voy a insultar.
Yo lo insulto por ti y por mí.
Ay, qué ganas de verlo morir.
***
[Quienes no conozcan “Óleo de una mujer con sombrero”, de Silvio Rodríguez, aquí tienen la letra. Quienes quieran escuchar la canción, seguro que la encuentran en Youtube o Spotify. Allá ustedes.
Foto: KOMONEWS.COM].
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