
Hugo Chávez que estás en los pájaros,
en cada zamuro en busca de carroña,
en cada aura tiñosa en la autopista,
en cada pizarra escolar llena de erratas,
en cada puño que estampa en la mejilla
del parlamento opositor ese mensaje
de amor y paz a ritmo de porrazo,
cuéntanos cómo se vive el socialismo
bolivariano del siglo XXI
en el éter eterno que te abriga
mientras los apagones se ensañan con tu tierra;
Hugo Chávez que estás en la memoria
con tu boina entrañable de golpista
y esos muertos que rondan los millares,
dinos cómo lograste que una isla
pequeña, que se hundía en esas aguas
a las que luego llevabas tu velero,
colonizara el país que conquistaste
si no con la pistola, con la urna,
con el truco, la lengua y la artimaña;
Hugo Chávez que aunque no condujiste
tu proyecto por ruta transitable
fuiste el gran conductor televisivo
regalando joropos, veleidades
a una audiencia atontada por el ruido,
habla ahora o calla para siempre
y explica ya que estamos si el petróleo,
que regalabas como quien lanza besos
con un desprendimiento que ni el polen,
te ha ganado favores de ultratumba;
Hugo Chávez que estás en todas partes,
repetido mil veces por Maduro
que te invoca a diario tanto y tanto
en público y privado que creemos
que jamás habrá paz para tu espectro,
mira aquí al personal que se congrega
en torno a tu ideario embalsamado
y dile si es acaso una mentira
que ese carisma de pueblo que mezclaba
al déspota que fuiste con el otro,
el bufón natural de la comarca,
sirve de algo en los predios de la Nada.
***
Ilustración: Garrincha.
Genial!
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